Antes de que los hermanos Luis Miguel (Clase 11), Elisa (Clase 12), y Juan Pablo (Clase 17), colocaran un pie en ZAMORANO, ya conocían su historia y ponían en práctica el Aprender Haciendo desde niños, gracias al ejemplo de su padre Luis Botero (Clase 77) quién les inculcó su pasión por las actividades agropecuarias. Así comenzó su historia de amor con el campo, que los llevó a crear desde hace una década la empresa familiar Pomario, para impulsar la agricultura sostenible en Colombia, mediante la producción, transformación y comercialización de cuatro grupos de vegetales especiales como: ensaladas, brotes, micro vegetales y flores comestibles.
La constancia en la disciplina, tanto en lo académico como en lo laboral y en la vida estudiantil, que forjó ZAMORANO, crea las bases de su negocio. “Los valores que buscamos inculcar en todas las personas que entran en Pomario son la versatilidad, la honestidad, la curiosidad y la empatía. Desde ZAMORANO entendimos que debemos abrazar la situación del otro y apoyarlo para poder crecer como equipo y como persona. Creemos que estos valores nos han permitido liderar Pomario”, aseguran.
Estos zamoranos apuestan a transformar la manera en la que Colombia consume vegetales y alimentos. “Queremos mejorar vidas a través de la comida. Creemos en la agricultura sostenible, en la relación cercana con nuestros clientes y en comer mejor, más rico, más sano y especial. Queremos mejorar vidas a través de la comida. Con ello logramos afrontar tres problemas básicos: la informalidad laboral en la cadena agroindustrial, la desconexión entre el campo y las cocinas; y la degeneración de los ecosistemas locales”, manifestó Luis Miguel.
Para alcanzar su objetivo cada hermano se fue uniendo, desarrollándose en sus pasiones y especialidades, lo que abrió la puerta del crecimiento al negocio. El nacimiento de la empresa comenzó con conversaciones con cocineros en Medellín, pronto llegaron a la Costa y años después decidieron incursionar en cadenas de supermercados para acercarse más a las familias colombianas. “El equipo creció y nos fascina el que hemos consolidado. Los productos siguieron creciendo en diferentes categorías y hoy somos más que vegetales” agregan.
Con cultivos en el Carmen de Viboral, en Antioquia y una planta en Santa Elena en Medellín, ofrecen una variedad de productos orgánicos, brotes y microvegetales, quesos y proteínas, vegetales y setas; así como hojas y flores comestibles. Cuentan con un modelo de negocio integrado desde la producción y transformación hasta la comercialización, que les permite capturar valor en las mejores cocinas del país, para entregarlo a lo largo de la cadena de abastecimiento.
Pomario además es considerada una empresa social, que busca combatir la informalidad laboral. El 88 % de las personas que trabajan en el agro en Colombia, lo hacen bajo condiciones de informalidad, cero prestaciones sociales y cero coberturas de seguridad social. Esto fomenta la desigualdad y sin lugar a duda genera condiciones ideales para el desarrollo de problemas de seguridad históricamente observados en ese país. Con Pomario los hermanos Botero buscan cambiar esa realidad cumpliendo con las condiciones establecidas por la ley, aunque implique una desventaja en términos de costos, la esperanza es que esto puede impulsar a las demás empresas a hacerlo.
Los hermanos Botero son la tercera generación de su familia en el negocio agropecuario, por ende, conocen de cerca las problemáticas sociales de este sector. Es así como buscan ofrecer una solución simple, dando formalidad laboral a los grupos familiares que trabajan en Pomario, al igual que a los pequeños productores aliados. Todas las personas, al trabajar en la empresa tienen acceso a salud, pensión y cajas de compensación. Este último, permite que los hijos de los colaboradores tengan acceso a educación de mejor calidad y a espacios de entretenimiento. Por otra parte, se ha comprobado que todas las personas vinculadas directa e indirectamente a la empresa presentan ingresos 25 % superiores al mínimo legal vigente en Colombia. Con esto, han mejorado las condiciones de su zona de influencia y la vida de la comunidad.
Por otra parte, el modelo de negocio de estos graduados parte de sus clientes, al entender las necesidades de los consumidores. Conocimiento que les permite desarrollar alimentos que cumplen con tres promesas de valor como: producción limpia (en la medida de lo posible, orgánica), producto listo para el consumo y entregas en menos de 24 horas después de haber hecho el pedido.
La empresa cuenta con un centro de producción y transformación en la ciudad de Medellín y centros logísticos que se extienden hasta Bogotá. Su mercado tienes tres focos principales: retail (55% de sus ventas), donde a través de las principales cadenas de supermercados del país como Grupo Éxito venden productos funcionales listos para consumo, B2B (20 %), que atiende a los principales restaurantes colombianos con productos hechos a la medida; y B2C (25%) a través del sitio web, donde comercializan sus productos y los de empresas que tengan su misma filosofía.
De futuro prevén que Pomario crezca geográficamente y mediante la ampliación horizontal del portafolio de productos. Aunque el crecimiento y aprendizaje los obtuvieron en Medellín, posteriormente decidieron entrar a las principales ciudades de Colombia, inicialmente Bogotá, la cual no es solo el principal centro demográfico del país, sino que cuenta con la mayor cantidad de restaurantes y almacenes de cadena de alto valor. Buscarán, además, atender las principales ciudades de la costa atlántica colombiana (Cartagena y Barranquilla), para después proceder con las ciudades del sur (Cali, Pereira, Armenia y Manizales).
Desde ZAMORANO se auguran éxitos para esta familia de líderes, entes que realmente generan cambio en su gente y su país, un verdadero ejemplo de los que estar “Al Servicios de las Américas”.